julio 22, 2005

El Evangelio según Jesucristo, Jose Saramago.

Amo la forma que tiene Saramago de escribir, y esta novela ES OBLIGACION leerla. Y como este es mi blog, y además soy mujer y dicen que somos caprichosas, les voy a mostrar un pequeño extracto de este maravilloso libro, si es que quieren leerlo, obvio. A mi me da lo mismo. Ustedes se lo pierden.

..."Solo uno, que pescador de oficio no es, aunque con los pescadores sea su vivir y trabajar, se asoma a la puerta de la casa como para cerciorarse de que hoy es su día y, mirando al cielo opaco, dice hacia adentro, Voy al mar. Por detrás de su hombro, María de Magdala pregunta, Tienes que ir, y Jesús responde, Ya era tiempo, No comes, Los ojos están en ayunas cuando se abren de mañanan. La abrazó y dijo, Al fin voy a saber quien soy y para qué sirvo, luego, con increíble seguridad, pues la niebla no dejaba ver ni los propios pies, bajó la cuesta que llevaba al agua, entró en una de las barcas que se encontraban amarradas y empezó a remar hacia lo invisible, que era el centro del mar... La espesa niebla se va abriendo para que Jesús pase, pero los ojos apenas llegan a la punta de los remos y a la popa, con su travesaño simple sirviendo de banco. El resto es un muro, primero de un gris descolorido y ceniciento, luego, a medida que la barca se aproxima a su destino, una claridad difusa empieza a blanquear y dar brillo a la niebla, que vibra como si buscase, sin conseguirlo, en el silencio, un sonido. En un círculo mayor de luz, la barca se detiene, es el centro del mar de Galilea. Sentado en el banco de popa, está Dios.

...Es un hombre alto y viejo, de barbas fluviales derramadas sobre el pecho, la cabeza descubierta, el pelo suelto, la cara ancha y fuerte, la boca espesa, que hablará sin que los labios parezcan moverse... Jesús metió los remos dentro de la barca, como quien piensa que la conversación va a prolongarse, y dijo, simplemente, Aquí estoy. Sin prisa, metódicamente, Dios compuso el vuelo del manto sobre las rodillas y dijo también, Aquí estamos... Y qué fue lo que oíste de boca del Diablo, Que soy tu hijo, Dios hizo, acompasado, un gesto afirmativo con la cabeza, y dijo, Sí, eres mi hijo, Cómo puede ser un hombre hijo de Dios, Si eres hijo de Dios, no ers un hombre, Soy un hombre, vivo, como, duermo, amo como hombre, luego soy un hombre y como hombre moriré, En tu lugar, yo no estaría tan seguro de eso, Qué quieres decir, Esa es la segunda cuestión, pero tenemos tiempo..."

2 comentarios:

ED dijo...

TE AMO POR RECOGER PERROS VAGOS.

XMala dijo...

Mmmm, ahora mismo me entran muchisimas ganas de leerlo. En mis manos tengo otro de Saramago que robé del centro comercial (jeje). Se llama Ensayo sobre la lucidez, despues de este seguire tu consejo