La Primera Cita.

Llegó a buscarme tipo 9:25. Lo recibió mi hermana, para que lo conociera, y nos fuimos al restaurante. Llegamos como las 10. Comimos y probamos la entrada de cada uno. A mi lo que me derrite es cuando me dice: pero pruebe, como contestación a mi: ¿está rico? Que me trate de usted lo encuentro de una ternura infinita, además que me desarma. Estuvimos hasta la 1:30 más o menos, conversando de todo. Yo estaba feliz, de verdad, de esa felicidad que da susto. Me preguntó dónde íbamos, yo le dije que tenía un carrete, pero me dijo: no, vamos a bailar. Conversamos un rato dónde podríamos ir, y decidimos Las Brujas. Tarde ya, tipo 4:30, se me ocurrió ir al baño. Estaban tocando música lenta y nos pusimos a bailar. A mí me llamó la atención que no le diera lata hacerlo en el hall de entrada, y después tocaron merengue, pero el piso era resbaloso y me costaba bailar, asi es que volvimos a la cúpula (la discoteque nueva) y ¡justo! tocaron lentos. Sin preguntarnos, nos abrazamos y bailamos. Yo lo apreté, necesitaba sentirlo, pero de puros nervios puse mi cara en su hombro, porque yo sabía que si lo miraba me hechizaba.