julio 23, 2005

Ser "Profesional".

No sé que me cae más mal: que me digan que porqué encuentro malo a Coehlo y sus secuaces, que les da pena Pinochet, o que son "Profesionales", con un tonito altanero. Existe un chiste de Quino que refleja esto: vacaciones, el papá de Mafalda en la playa, y al lado de él un caballero. Pero cuando le dice: y, bueno, soy médico, él está parado en un sitial, a metros del pobre papá de Mafalda, que es un simple administrativo.

Yo me pregunto ¿ser "profesional" te hace distinto? ¿cuando al cabo de cinco (por dar un promedio) años de estudio recibes el cartón que acreditas que sirves y estás preparado para hacer algo mejor que otros creces algún centímetro? ¿los morenos se ponen rubios, las gordas adelgazan, te salen calugas en la guata?

Obviamente, yo no tengo ningún título profesional. De universidad, me refiero. Es decir, no soy "profesional". En mi casa materna esto jamás fue tema, jamás me dijeron mis padres que soñaban con que sus hijos fueran todos "profesionales". Pero cuando comencé a crecer y a relacionarme con todo tipo de gente me di cuenta que existe un mito en torno a esta palabra. Incluso la otra vez una amiga hizo un brindis porque otra amiga ya era "profesional" (de un grupo de amigos casados), y me miro raro, así como: pucha, perdona.

Encuentro la raja que a los 17 años uno sepa a que quiere dedicarse hasta los 60 ó 70, que pueda trabajar y ganar dinero después de hartos años de estudio en la universidad. Pero, ¿es el único camino? ¿Quién nos recogerá la basura, quién pintará los cuadros, quienes serán los grandes deportistas, quién archivara, quién atenderá público, quién inventará zapatos que te hacen crecer 7 centímetros, quién creará la música? Bueno, pertenezco a esta parte oscura de este país: los no profesionales. Pero como soy mujer no es tan grave, porque si quiero leer o "creerme la escritora", eventualmente será obligación de mi marido mantenerme, es decir, no importa que no gane plata.

Pero debo ser sincera. Cuando me dicen: "es que él /ella fue el primer profesional de la familia", y lo endiosan, que es tan sencillo, que podría tener mucho más de lo que tiene, que uno al conocerlo jamás te imaginarías que es "profesional", me dan ganas de... nosé, pero cuando lo conozco, resulta ser: o un pelmazo engreído, o una persona común y corriente que estudió con mucho sacrificio de sus padres una carrera y que tiene una vida como la mía.

Me gusta no ser profesional, porque jamás en la puta vida mía supe que podía estudiar en la universidad. Y ahora, a los 32 años, soy la única no "profesional" que sabe distinguir entre un cuadro de Antúnez a uno comprado en el líder. Sino, pregúntele a mi amigo jinete.

julio 22, 2005

El Evangelio según Jesucristo, Jose Saramago.

Amo la forma que tiene Saramago de escribir, y esta novela ES OBLIGACION leerla. Y como este es mi blog, y además soy mujer y dicen que somos caprichosas, les voy a mostrar un pequeño extracto de este maravilloso libro, si es que quieren leerlo, obvio. A mi me da lo mismo. Ustedes se lo pierden.

..."Solo uno, que pescador de oficio no es, aunque con los pescadores sea su vivir y trabajar, se asoma a la puerta de la casa como para cerciorarse de que hoy es su día y, mirando al cielo opaco, dice hacia adentro, Voy al mar. Por detrás de su hombro, María de Magdala pregunta, Tienes que ir, y Jesús responde, Ya era tiempo, No comes, Los ojos están en ayunas cuando se abren de mañanan. La abrazó y dijo, Al fin voy a saber quien soy y para qué sirvo, luego, con increíble seguridad, pues la niebla no dejaba ver ni los propios pies, bajó la cuesta que llevaba al agua, entró en una de las barcas que se encontraban amarradas y empezó a remar hacia lo invisible, que era el centro del mar... La espesa niebla se va abriendo para que Jesús pase, pero los ojos apenas llegan a la punta de los remos y a la popa, con su travesaño simple sirviendo de banco. El resto es un muro, primero de un gris descolorido y ceniciento, luego, a medida que la barca se aproxima a su destino, una claridad difusa empieza a blanquear y dar brillo a la niebla, que vibra como si buscase, sin conseguirlo, en el silencio, un sonido. En un círculo mayor de luz, la barca se detiene, es el centro del mar de Galilea. Sentado en el banco de popa, está Dios.

...Es un hombre alto y viejo, de barbas fluviales derramadas sobre el pecho, la cabeza descubierta, el pelo suelto, la cara ancha y fuerte, la boca espesa, que hablará sin que los labios parezcan moverse... Jesús metió los remos dentro de la barca, como quien piensa que la conversación va a prolongarse, y dijo, simplemente, Aquí estoy. Sin prisa, metódicamente, Dios compuso el vuelo del manto sobre las rodillas y dijo también, Aquí estamos... Y qué fue lo que oíste de boca del Diablo, Que soy tu hijo, Dios hizo, acompasado, un gesto afirmativo con la cabeza, y dijo, Sí, eres mi hijo, Cómo puede ser un hombre hijo de Dios, Si eres hijo de Dios, no ers un hombre, Soy un hombre, vivo, como, duermo, amo como hombre, luego soy un hombre y como hombre moriré, En tu lugar, yo no estaría tan seguro de eso, Qué quieres decir, Esa es la segunda cuestión, pero tenemos tiempo..."

julio 21, 2005


FuriosaCanifru en Puerto Montt Posted by Picasa

julio 20, 2005

Neruda, Huidobro, la Mistral, Nicanor Parra, Tellier y la intelectualidad.

A veces me ocurre que algunos amigos, al ver mi libros de Neruda, me dicen: yo no leo mucho a Neruda. Yo les digo que no se pueden quedar con la primera parte, es decir, los 20 poemas de amor y la cacha de la espada, pero en el fondo estoy pensando que son unos tarados porque, como se puso "de moda" renegar de este gran poeta, siguen la tendencia nomás, y no se acuerdan de aquella frase que me hace parar los pelos: "Sube a nacer conmigo hermano".

Que uno hable de Huidobro ya es distinto, porque la cagaste para ser intelectual. Debo reconocer que lo único que tengo de él es Altazor, y me encanta. ¿Por qué es ser más intelectual renegar de Neruda y hablar maravillas de Huidobro? Porque este último se fue del país, a París para más remate, y hasta Picasso lo dibujó. Osea, y sólo osea, eres más intelectual.

A la pobre Gabriela Mistral nadie la entiende. Su poesía es oscura, según mi punto de vista, pero es premio Nobel y todos nos sabemos "...piecesitos de niños azulosos de frio, como os ven y no os cubren, Dios Mio..." Aunque ella escribió: "Estoy metida en la noche/de estas raíces amargas/ciegas, iguales y en pie/que como ciegas, son hermanas". Pero entre los intelectuales no se nombra la Mistral.

Nicanor Parra es cuento aparte. Me da risa/verguenza/pena la actitud hacia su persona desde que está "de moda".

Jorge Teillier es mi favorito, después de Neruda. Claro que después de leerlo un rato me baja la angustia.

Despedida. (extracto)

Me despido de mi mano
que pudo mostrar el paso del rayo
o la quietud de las piedras
bajo las nieves de antaño.
...
Me despido de la memoria
y me despido de la nostalgia
-la sal y el agua-
de mis días sin objeto.

y me despido de estos poemas:
palabras, palabras -un poco de aire
movido por los labios- palabras
para ocultar quizás lo único verdadero:
que respiramos y dejamos de respirar.

Altazor, Canto I (extracto).

Altazor, ¿por qué perdiste tu primera serenidad?
¿Qué angel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
Con la espada en la mano?
¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el
adorno de un dios?
¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser?


Como que me fui en la intelectual. ¿O me faltó Coehlo, Isalbel Allende, Marcela Serrano?

julio 18, 2005

¿Es usted Intelectual?

Alicia Morel. "La Hormiguita Cantora y el Duende Melodía"

El invierno se alarga en el bosque. La lluvia y la nieve van humedeciendo la tierra bajo los árboles. Entonces un musgo verde, suave como algodón, va cubriendo las piedras, las raíces; sube por los troncos y llega hasta las mismas ramas, igual que una manta para defenderse del frío.
En el bosque vivía una Ranita que estaba muy contenta con el largo invierno. A ella le parecía muy bien que todo estuviera húmedo y cubierto de musgo. En cualquier parte donde pusiera su boca, podía beber agua en abundancia. Su piel lucía verde y brillante como una esmeralda. Mientras saltaba de allá para acá, la Ranita decía: -¡ Qué lindo es vivir! Estoy muy contenta de tener mi casa en el bosque. Dicen que en la ciudad vive gente muy mala, que se come a las ranitas. (La Piedra Misteriosa, extracto).

José Saramago. "El Evangelio según Jesucristo"
El hijo de José y de María nació como todos los hijos de los hombres, sucio de la sangre de su madre, viscoso de sus mucosidades y sufriendo en silencio. Lloró porque lo hicieron llorar y llorará siempre por ese solo y único motivo. Envuelto en paños, reposa en el comedero, no lejos del burro, pero no hay peligro de que lo muerda, que al animal lo prendieron corto. Zelomi ha salido a enterrar las secundinas, mientras José viene acercándose. Ella espera a que entre y se queda respirando la brisa fresca del anochecer. Cansada como si hubiera sido ella quien pariese, es lo que imagina, que hijos suyos nunca tuvo.
Bajando la ladera, se acercan tres hombres. Son los pastores. Entran juntos en la cueva. María está recostada y tiene los ojos cerrados. José, sentado en una piedra, apoya el brazo en el reborde del comedero y parece guardar al hijo. El primer pastor avanzó y dijo, Con estas manos mías ordeñé a mis ovejas y recogí la leche de ellas. María, abriendo los ojos, sonrió. Se adelantó el segundo pastor y dijo, a su vez, Con estas manos mías trabajé la leche e hice el queso. María hizo un gesto con la cabeza y volvió a sonreir. Entonces se adelantó el tercer pastor, por un momento pareció que llenaba la cueva con su gran estatura, y dijo, pero no miraba ni al padre ni a la madre del niño nacido, Con estas manos mías amasé este pan que te traigo, con el fuego que sólo dentro de la tierra hay, lo cocí. Y María supo que era él. (extracto).

Paulo Coelho. "El Alquimista".

El día comenzó a abrirse y el pastor colocó a las ovejas en dirección al sol. "Ellas nunca necesitan tomar una decisión -pensó-. Quizá por eso permanecen tan cerca de mí." La única necesidad que las ovejas sentían era la comida. Mientras el muchacho conociese los mejores pastos de Andalucía, ellas serían siempre sus amigas. Aunque los días fueran todos iguales, con largas horas arrastrándose entre el nacimiento y la puesta de sol; aunque jamás hubieran leído un solo libro en sus cortas vidas y no conocieran la lengua de los hombres que contaban las novedades en las aldeas, ellas estaban contentas con su alimento, y eso bastaba. A cambio, ofrecían generosamente su lana, su compañía y -de vez en cuando- su carne. (libro comprado en la calle y jamás leído).

Para saber si usted es un verdadero intelectual, primero debe ordenar cada extracto según su propio criterio. Debe preguntarse ¿qué tan difícil puede ser escribir cuentos para niños entre 5 y 8 años?, ¿seré un mal cristiano si imagino a Jesús como un niño común y corriente?. Por favor, utilice estas preguntas sólo como una guía.
Pero la pregunta más importante de todas es: ¿Acaso Paulo Coelho cree que la gente es gueona y que al decir frases comunes y obvias acerca de las ovejas uno encontrará su destino en la vida?
Juzge usted.
Sea intelectual.

Preguntas hueonas

¿Cuántos libros te lees por semana?
¿Por qué tienes tantos perros?
¿Qué haces?
¿Te gusta el cine arte?
¿En serio hablas inglés?
¿Y te subiste a la torre Eifel?
¿De verdad te casaste tan rápido?
¿Y cuando van a tener hijos?
¿Se compraron casa propia?
¿Por qué no recuerdas tu colegio con cariño?

julio 17, 2005

La Injusticia.

En la consulta de mi siquiatra hablábamos de mi niñez, de lo marcardoras que resultan todas esas experiencias, y que todos esos miedos nos forman y nos acompañan al ser adultos. Yo igual alguna noción tenía del tema, pero lo que me llamó la atención fue que me dijo: los niños no toleran la injusticia, para ellos es vital.
Entonces me acorde de mi propia historia de injusticia que me ocurrió a los 8 años, cuando iba en tercero básico y tenía por profesora a una saco de gueas, si me permiten la expresión. Tuvimos que leer el libro de cuentos "La Hormiguita Cantora y el Duende Melodía", de Alicia Morel, y como de chica me ha gustado mucho leer, no tuve ningún problema. Días después la citada saco de gueas me entrega la prueba y yo veo un 4. Me acerco al "estrado" y le pregunto porqué la nota, si yo hasta la había puesto citas textuales del libro, de tanto que me gustó. Y me responde que no era lo que me estaba preguntando.
Osea, ¡tenía OCHO años y le puse citas textuales porque el libro me encantó y ella me dice que no era lo que me estaba preguntando! Chucha, en la enseñanza media y en la universidad yo hubiera estado de acuerdo con el profe, pero era (y debe serguir siéndolo) tan saco de gueas que no tiene idea del concepto comprensión de lectura o, de motivar a sus alumnos. Para que se hagan una idea, era la típica profesora que tenía preferidos en el curso y siempre a fin de año obtenían los papeles principales sin tener ningún talento.
Esta historia de injusticia infantil tiene más de 20 años.
El libro está guardado junto con todos los demás que me han acompañado en mi vida.
Y ahora entiendo porque los profesores se niegan a que los evalúen.
Educación de mierda de este país.
Por eso me cago en el colegio que estudié.