octubre 15, 2005

Para mis amigos blogers:

Sin internet en mi casa, me siento rara. Desconectada, sin poder conversar con nadie cuando yo quiera. Por eso hago un llamado a mis amigos blogers para que nos juntemos sólo a hablar de la vida, cuando quieran, el día que quieran, en mi casa. Marlencita sabe donde vivo, así como Garganta y Propenso. Es distinto juntarnos a trabajar en el proyecto, que a conversar sobre las cosas que escribimos y los que nos pasa en la vida. Extraño a Galo, que está en el sure pasándolo chancho, y Galo Duracell lleno de pega.
A veces me siento sola y angustiada (tomo Valpax para eso) y me gustaría estar con gente de verdad. Otras me gusta estar sola, y estudio y leo tranquila. Aunque, en los días como hoy, nublados y grises, me invade la tristeza... pero en la noche me cambia la vida. De hecho anoche tuve un encuentro con un amigo que no veía desde mucho tiempo, y nos faltó noche para conversar, y hoy, con mi sister (Chica Canifrú), nos espera el carrete...
Un beso y abrazo a toda la gente que se toma la molestia de leerme y comentarme. Yo oscilo entre los altos y bajos. Por eso no los visito mucho. Pero siempre están presente en mi corazón. (aunque suene cebolla, es verdad).
Yao nos vemos.

octubre 14, 2005

Tal como dices, publico mi necesidad:

Pablo Neruda, "Los Versos del Capitán"

SI TÚ ME OLVIDAS (Las Furias)

Quiero que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

octubre 13, 2005

De porqué me separé (segunda parte)

Johnny, un fuerte y robusto niño de tres años, hizo amistad con una enorme cabra llamada Billy que vivía en la casa de al lado. Todas las mañanas, Johnny recogía hierba y lechugas y se las daba a Billy para desayunar. Su amistad llegó a ser tan profunda que Johnny se pasaba las horas muertas en la agradable compañía de Billy.
Un día se le ocurrió a Johnny que un cambio de dieta le vendría bien a Billy. De modo que decidió llevarle berros, en lugar de lechuga. Billy mordisqueó los berros, decidió que no los quería y mostró ostensiblemente su rechazo. Johnny agarró entonces a Billy por uno de los cuernos y trató de obligarle a comer los berros. Billy se defendía embistiendo a Johnny, primero suavemente, y luego, ante la insistencia del niño, con tremenda energía, hasta el punto de que Johnny dio un traspié y cayó hacia atrás, golpeándose fuertemente en la espalda.
Johnny se sintió tan ofendido que, tras sacudirse la ropa, lanzó una feroz mirada a Billy y se largó, para nunca más volver. Algunos días más tarde, cuando su padre le preguntó por qué no pasaba ya a la casa de al lado para estar con Billy, Johnny respondió: "porque me ha rechazado."



La forma más segura de acabar con una relación: insistir en que las cosas se hagan a nuestro modo.

De porqué me separé (primera parte)

La mujer al marido, absorto en la televisión: "no necesitas tomarte la molestia de seguir gruñendo: sí querida, no querida. Hace diez minutos que he dejado de hablar."


Porque nunca comprenderán a los demás quienes no se han escuchado a sí mismos; ni podrán ver la realidad de los demás quienes no se han explorado a sí mismos. El perfecto oyente te escucha aunque no digas nada.

octubre 11, 2005

No estoy.

Me separé
Estoy cansada
Extraño a mis animales
No me da hambre
Tomo valpax pa dormir
Me gusta estar sola
Desconozco al que creí conocer
Me canso
y me canso...
Aunque me rio, y harto.
Como diría Garganta:
yao nos vemos.