diciembre 24, 2005

No quiero hablar más de la navidad.



Hoy a las 10 de la mañana andaba comprando mi último regalo. Por todos lados sonaba esa canción: oooooooh, blanca navidad (????). Puta que hecho de menos mi época en que andaba todo el día y para todos lados conectada a mi música. Hacía un calor de mierda, estaba cansada, no encontraba nada... ahora estoy en Calera de Tango y mis sobrinos andan todos nerviosos por la noche, mi mamá cocinando como loca (así demuestra el cariño) y yo de acuerdo con mi amor Yo pienso y no aprendo: es un día más, como un 25 de mayo o un 4 de agosto.

Lo que estoy esperando con ganas es el año nuevo; siempre lo pasaba chancho, hasta que me casé (zzzzzzzzzzzzzz). Por eso me voy a ir donde no pare el gueveo en toda la noche, aunque vaya pa la cagá el lunes 2 al trabajo.

La foto es de Luxemburgo. Yo tengo una foto sentada en ese puente, con el mismo paisaje a mis espaldas. Todavía no me canso de agradecer la suerte que tuve de conocer tantos países, y cuando veo las fotos en internet, me cuesta creer que yo caminé por ese puente y le pedí a René que me fotografiara.

Mañana es 25 de diciembre y los niños andan en la calle en bicicletas radiantes. Eso me gusta.

Yao nos vemos.

diciembre 22, 2005

El espíritu navideño.




¿Qué chucha es la navidad? Para mí, que creo en Dios pero no participo en la iglesia católica, es sólo una tradición. Es más, creo que es una fiesta sólo para los niños, no de adultos.

Cuando uno es chico cree en el Viejito Pascuero y jura que lo ve volando o que se yo. Eso es bonito, la fantasía de la niñez. Pero cuando crecemos, ¿por qué tenemos que gastar tanta plata en hacer regalos a taaaaaaaaaanta gente? Y eso del espíritu navideño, que la paz y la noseque esten en tu hogar...zzzzzzzzzzz, ¿por qué la gente no anda buena el resto del año también? Ahora los únicos que salen ganando son los bancos, porque todo el mundo se encalilla para comprar.

Todavía no he comprado ningún regalo. No he pensado que regalar, los únicos que tengo claro son los de mis sobrinos.

No cacho la navidad. Me gusta cuando veo al Agu con la Vale abrir los regalos y la cara de alegría que ponen. Y se me olvidaba que tenemos una tradición en mi casa, que nació sola: todos los años ponemos el mismo casete (si pues, si es súper viejo) con canciones navideñas. A mi hermana (la reina) le daban susto unas campanas de una canción, y hasta el día de hoy se acuerda.

No me gustan los árboles de navidad tampoco, ni esos adornos llenos de nieve. Quizás, si es que algún día tenga hijos, esta visión cambie.

Pero esta navidad en mi casa tiene un sabor distinto. Digo "mi casa" aunque se trate de la casa de mi madre, pero allí es donde está mi familia. Los tres hermanos estamos separados (y más contentos que nunca), mis dos sobrinos, mi madre con su guarisnaqui...

Pero como uno debe hacer lo que se debe hacer, les deseo feliz navidad (sea lo que sea que signifique) a todos mis amigos blogeros, a los que conozco y a los que cacho sólo por este medio. No los nombro ni cagando, porque más de alguno se me va a sentir. Eso sí, un beso especial a mi niño propenso, que ha crecido harto estos meses (ta hasta trabajando!).

Pasturri, hoy te compro el regalo pa' que te dejí de gueviar.

Y mi deseo navideño se lo regalo a mi ex, pa' que tenga dos deseos y encuentre la felicidad que anda buscando.

Yao, feliz navidad y nos vemos.

diciembre 21, 2005

Yao: Amsterdam.



No puedo dejar de escribir. Es como un vicio. Además que me relaja. Ahora estoy en el recreo (son cerca de las 8 de la noche, zzzzzzzzzzz), esperando a un profe al que le debo dos pruebas. Por supuesto no he estudiado nada; sólo confio en mis conocimientos del inglés.

Amsterdam. Como dice Clayton, vamos a lo sórdido. Pero no es así. Esta ciudad es maravillosa, hermosa, hasta el lugar donde está el barrio rojo es lindo.

Al llegar a la estación (de trenes, osviamente), uno se encuentra con un montón de giles que te ofrecen alojamiento. Pero como yo soy avispá ya habíamos reservado en los famosos “Hostelling International”. Salimos de la estación y estaba repleto de bicicletas. REPLETO. Imaginen un puente que cruza esos típicos canales de Amsterdam, LLENO de bicicletas estacionadas una al lado de la otra. Bicis viejas, esas negras grandes, na’ de pisteras o mountain bike.

Como el holandés es un idioma más raro que la cresta, todas las calles tienen nombres larguísimos y con René pelíabamos dónde quedaba el hostelling. Teníamos un manual de los hostelling en Europa, en 4 idiomas, dónde explican como llegar, que tipo de locomoción tomar. Yo cacho que pelíabamos de cansancio, de no entender nada. Pero llegamos al hostelling y nos dieron una pieza con dos camarotes, pero losotros que éramos terribles de dispiertos ya habíamos comprado un candado para los loquers.

El lugar donde queda el hostelling es a toda raja, al lado de un parque dóde está el museo de Vincent Van Gogh (que estaba en reparaciones para mi mala suerte), y en el centro de Amsterdam.

Lo que hacíamos, casi como una rutina, era dejar las mochilas y salir a recorrer la ciudad a pie, sin guía turística ni nada, así uno descubre los lugares por si mismo; y si un museo es aburrido, te vai sin cargo de conciencia.

En Amsterdam existen tres calles: ciclovías, para el tranvía, y la última para los autos. La ciclovía le lleva semáforo, y uno con la mano indica para dónde va a doblar. Vi tipos de traje con el maletín en la parte de atrás de la bicicleta llendo pa la pega, por ejemplo. También vi a los maestros más ricos de toda Europa; estoy hablando de maestros de la constru, puta que eran minos.

Preguntamos por el barrio rojo y nos fuimos caminando. En este punto debo aclarar la mala fama que tenemos los chilenos, eso que somos más ladrones que gato de campo. Yo no vi ningún cartel, aunque a título personal debo reconocer que no robé, pero lo que no podía pagar, no lo pagaba. El tranvía en Amsterdam es un ejemplo. Se supone que si a uno lo pillan los inspectores se paga como 5464 el valor, pero jamás nos pasó.

Acercándonos al barrio rojo comenzamos a ver tiendas que nos llamaron la atención. René obvia y nuevamente se avergonzaba de mi guastequez, pero yo le decía que quizás nunca volveríamos, que me dejara tranquila. Estaban los sex shop con los condones más extraños y divertidos que había visto hasta ese momento: en la punta tenían forma de animales, gallinas y otros que no recuerdo. Los condones estaban en la vitrina inflados, no dentro de las cajas. Después vimos las tiendas donde se vende todo hecho con cannabis (lero lero pasturri): champú, queque, entre otros, y los locos que atendían se estaban fumando un megasuper pito.

En Amsterdam entregan un folleto explicando ciertas cosas, dado el turismo: dónde se puede fumar cannabis; cuánta cannabis uno podía llevar y que a las p5t1 no se les podía fotografiar.

Ya, las prostis. Son todas MINAS. Regias, delgadas, rubias, morenas, al gusto del consumidor. El barrio rojo es una calle larga dividida en dos por el canal. Las lolas estas se sientan en un piso alto, en la ventan que da a la calle, en ropa interior bien secsi. Algunas tenían las ventanas rodeadas de luces de neón color violeta, pa’ destacarse.

Imaginen esto: la p5t1 está sentada en un piso, con ropa interior, una ventana grande que la muestra entera y detrás de ella se ve la cama y látigos y otros aparatos medios raros. Creo que si uno fotografiaba a las prostis, las locas te pegan. Mal que mal ellas están trabajando, no son parte de un zoológico.

Entramos al museo del sexo, donde vimos gueas asquerosas y otras divertidas. Había un cine donde daban la versión xxx de Blancanieves y los 7 enanitos... adivinen el tamaño del aparato reproductor de los enanos, más grandes que ellos. Los asientos eran como las casas de los pitufos, para no decir callampa y me agarren pal’ hueveo.

También hay locales de sexo en vivo, a los que no entramos. En uno de estos lugares está la pileta que ven en la foto. Es un pene gigante y los testículos dan vuelta y así corre el aguita.

En Amsterdam la gente es muy simpática y cosmopolita, y es una ciudad muy segura.

Ya, me cansé.

Yao nos vemos.

diciembre 20, 2005

¡Toy chata!

Si quieren saber más historias sobre Amsterdam o cosas así, bueno, Clayton es el interesado, se van a tener que esperar un poco porque estoy muerta con el trabajo y dando las últimas pruebas, asi es que no tengo la más puta idea cuando volveré a postear.
Eso nomás. Hace tiempo que no trabajaba y ando muerta.

Yao nos vemos.

Se tu mi dimentichi

Se tu mi dimentichi
voglio che sappia
una cosa.


Tu sai com' è questo:
se guardo la luna di cristallo, il ramo rosso
del lento autunno alla mia finestra,
se tocco vicino al fuoco
l' impalpabile cenere
o il rugoso corpo della legna,
tutto mi conduce a te;
aromi, luce, metalli,
fossero piccole navi che vanno
verso le tue isole che m' attendono. Orbene,
se a poco a poco cessi di amarmi
cesserò d'amarti poco a poco.


Se d'improvviso
mi dimentichi, non cercarmi
che già ti avrò dimenticata.


Se consideri lungo e pazzo
il vento di bandiere
che passa per la mia vita
e ti decidi a lasciarmi alla riva
del cuore in cui affondo le radici,
pensa
che in quel giorno,
in quell' ora,
leverò in alto le braccia
e le mie radici usciranno
a cercare nuova terra.




Ma se ogni giorno, ogni ora
senti che a me sei destinata
con dolcezza implacabile.
Se ogni giorno sale
alle tue labbra un fiore a cercarmi,
ahi, amore mio, ahi mia
in me tutto quel fuoco si ripete,
in me nulla si spegne nè si oblia,
il mio amore si nutre del tuo amore, amata,
e finchè tu vivrai starà tra le tue braccia
senza uscire dalle mie.


Pablo Neruda


Es temprano, y recibí un mail muy triste. Por eso este poema. Ya sabes que es para tí.

diciembre 19, 2005

Mi mensa quebrá parte II.

Caché que se quedaron con gusto a poco...que gueno, porque tengo tantas cosas que contar y nadie tiene la suficiente paciencia pa’ escucharme. Asi que el que quiere lee, y si no, no me lean.

Chucha, por dónde empiezo. Las cosas que más me llamaron la atención al llegar: Italia era el país de Europa que más celulares tenía por habitante, así como ahora en Chile. Lotro: vivíamos en un depto en un segundo piso y el piso (del suelo me refiero) era de mármol, el lavaplatos y no me acuerdo que más. En Génova el mármol “chorrea”, por eso. Incluso en esa ciudad hay una iglesia que está hecha en mármol blanco y mármol negro. Helmosa.

Lo de los niños no es un “mito urbano”. A una cuadra del depto. habían unos juegos, así como acá, con columpios y gueas. Nadie jugaba. Yo iba con Lucas y Bruno, los hermanastros de René, a la hora del atardecer –de hecho ellos me enseñaron mucho italiano- y no llegaban más niños. Gente de la tercera edad estaba lleno, y cuando íbamos al supermercado y la Rita veía dos embarazadas, me decía: ¡que hemos visto hartas embarazadas hoy!, y yo la miraba y le explicaba que para mí era lo contrario, nunca las veía.

Recuerdo que teníamos un vecino mijito rico, Alessandro, que trabajaba en una ciudad cercana, como a media hora de Serravalle. Este italiano era alto, delgado, de ojos claros y rubio; se cortaba el pelo bien corto. Este loco era el mino más mino y además tenía una perra que amaba. Yo le corregía cartas que escribía en español porque estaba postulando a una pega en Palmas de Mallorca. Pero mi socio tenía un gravísimo problema: andaba HEDIONDO A SOBACO. Todo el día, la hora que fuera. Es comprensible que a uno lo abandone el desodorante en la tarde, con 33 grados y nose cuanto de humedad, pero este súper mino llegaba a las 7 de la mañana a buscar al padre de René y estaba ¡podrío! Osea, por muy mino que fuera, aparte que yo estaba con pareja, cero posibilidad con un gil que no se baña.

Solamente míster duncan entendió a lo que me refería con “chilena tipo”. No sé porque chucha nosotros pasábamos piola, nunca nos detuvieron a pedirnos el pasaporte ni nada; de hecho cuando fuimos a San Remo me hablaban en italiano como si yo fuera una de ellos.

En ese hermoso balneario (me salio a lo turistel) me pasó una de las gueas más desesperantes que a uno le pueden pasar en el extranjero: me quería comprar un parche curita. ¿Cómo rechucha lo pedía? Nos demoramos como 10 minutos en que nos entendieran.

¡Que mar más fome es el mediterráneo! Caliente, sin olas...zzzzzzzzzz. Claro que los días que estuvimos allá yo aproveché para andar en topless (no, no tengo fotos) porque todas las mujeres andaban así: viejas con las pechugas colgando leían el diario como si nada. A René no le gustaba mucho, porque yo caminaba por toda la playa con la parte de abajo del bikini nomás, pero como yo soy avispá, primero miré que cómo era la cosa, cómo andaban el resto de las mujeres en topless. Caché que la parte de arriba no la usaban, asi que yo iba caminando a la orilla, me bañaba, después me sacaba la sal en las duchas que están al aire libre, todo sin sostén. Pa’ mí fue lo mejor, porque me encanta andar en pelota.

Tantas cosas me maravillaron y me llamaron la atención... a ver, por ejemplo aprendimos las palabras básicas al principio: ¿cuesta di cuanto?, freddo es frío (pa’ comprar agua bien helada, molto freddo), prego tiene varios usos, aunque se usa mayormente para dar las gracias. Ahora que recuerdo los italianos saludan con el famoso ciao o salve, que pa’ mí era como el “quibo” chileno. Con René salíamos en la mañana y nos decían ¡ciao! (se dice chiao o algo así) y nosotros les respondíamos lo mismo y comentábamos los giles que eran los italianos que nos decían chao si recién los estábamos viendo.

Pa’ no hacerla más larga, después de estar un tiempo en Italia nos fuimos a mochilear, haciendo el siguiente circuito (si la memoria no me falla): de Serravalle a Milán,;Francia (Lyon y París); Bélgica (Bruselas); Luxemburgo (puta que aluciné con esa ciudad); Holanda (Amsterdam, osvio, y da pa’ otro post); Dinamarca (Copenhague); Suecia (la pequeña y hermosa ciudad de Malmo); Alemania (Berlín) y bueno, los planes llegaron hasta allí. De Malmo uno toma el tren que te lleva a Berlín y se mete dentro de un transbordador, sí, ¡el tren! Una vez dentro uno podía subir y disfrutar de los restaurantes, duty free y el cine.

Lejos los más antipáticos los parisinos. No hablan español, ni inglés. Yo les decía ¿only french? Oui, me decían los saco de gueas. En las partes turísticas no, pero el parisino común y corriente es pesado a cagarse. Se creen el hoyo del queque.

En Malmo supe que mi padre había muerto y viajamos en tren recorriendo sin parar Alemania y Austria, hasta que llegamos a Serravalle un viernes en la noche, el sábado en la mañana compramos los pasajes de Génova a Roma, después de Roma a Madrid y ahí a Santiago. Esta es la parte triste de la historia. Yo llegué un domingo, y mi padre había muerto el martes anterior y su funeral había sido el jueves.

Por eso cuando algunos giles me hablan de las vueltas de la vida y la cacha de la espada, yo lo he vivido en carne propia twice: la muerte de mi padre, donde mis sueños de vivir en Europa desaparecieron; y mi separación. Asi que como le digo a mi siquiatra, ya nada me puede matar, porque he vivido (toda mi familia) situaciones tan estresantes: la muerte inesperada, la desilución de mis planes matrimoniales... soy una sobreviviente.

Lo mejor es que ya entendí porqué me pasó todo esto, y ahora soy una mujer fuerte y terriblemente pulenta.

Y todavía les puedo sacar pica con Europa. Tengo más historias. Así por ser, ¿que gueá les gustaría saber?

Yao nos vemos.