Alicia Morel. "La Hormiguita Cantora y el Duende Melodía"
El invierno se alarga en el bosque. La lluvia y la nieve van humedeciendo la tierra bajo los árboles. Entonces un musgo verde, suave como algodón, va cubriendo las piedras, las raíces; sube por los troncos y llega hasta las mismas ramas, igual que una manta para defenderse del frío.
En el bosque vivía una Ranita que estaba muy contenta con el largo invierno. A ella le parecía muy bien que todo estuviera húmedo y cubierto de musgo. En cualquier parte donde pusiera su boca, podía beber agua en abundancia. Su piel lucía verde y brillante como una esmeralda. Mientras saltaba de allá para acá, la Ranita decía: -¡ Qué lindo es vivir! Estoy muy contenta de tener mi casa en el bosque. Dicen que en la ciudad vive gente muy mala, que se come a las ranitas. (La Piedra Misteriosa, extracto).
José Saramago. "El Evangelio según Jesucristo"
Bajando la ladera, se acercan tres hombres. Son los pastores. Entran juntos en la cueva. María está recostada y tiene los ojos cerrados. José, sentado en una piedra, apoya el brazo en el reborde del comedero y parece guardar al hijo. El primer pastor avanzó y dijo, Con estas manos mías ordeñé a mis ovejas y recogí la leche de ellas. María, abriendo los ojos, sonrió. Se adelantó el segundo pastor y dijo, a su vez, Con estas manos mías trabajé la leche e hice el queso. María hizo un gesto con la cabeza y volvió a sonreir. Entonces se adelantó el tercer pastor, por un momento pareció que llenaba la cueva con su gran estatura, y dijo, pero no miraba ni al padre ni a la madre del niño nacido, Con estas manos mías amasé este pan que te traigo, con el fuego que sólo dentro de la tierra hay, lo cocí. Y María supo que era él. (extracto).
Paulo Coelho. "El Alquimista".
El día comenzó a abrirse y el pastor colocó a las ovejas en dirección al sol. "Ellas nunca necesitan tomar una decisión -pensó-. Quizá por eso permanecen tan cerca de mí." La única necesidad que las ovejas sentían era la comida. Mientras el muchacho conociese los mejores pastos de Andalucía, ellas serían siempre sus amigas. Aunque los días fueran todos iguales, con largas horas arrastrándose entre el nacimiento y la puesta de sol; aunque jamás hubieran leído un solo libro en sus cortas vidas y no conocieran la lengua de los hombres que contaban las novedades en las aldeas, ellas estaban contentas con su alimento, y eso bastaba. A cambio, ofrecían generosamente su lana, su compañía y -de vez en cuando- su carne. (libro comprado en la calle y jamás leído).
Para saber si usted es un verdadero intelectual, primero debe ordenar cada extracto según su propio criterio. Debe preguntarse ¿qué tan difícil puede ser escribir cuentos para niños entre 5 y 8 años?, ¿seré un mal cristiano si imagino a Jesús como un niño común y corriente?. Por favor, utilice estas preguntas sólo como una guía.
Pero la pregunta más importante de todas es: ¿Acaso Paulo Coelho cree que la gente es gueona y que al decir frases comunes y obvias acerca de las ovejas uno encontrará su destino en la vida?
Juzge usted.
Sea intelectual.
5 comentarios:
Me dejaste un mensaje en mi blog... y no lo entendí.
No lo puedo creer, es maravilloso que nos encontremos aqui, en ninguna parte. Te recuerdo con cariño, porque fuiste alguien que era parte de mi cotidiano durante aquellos años. Socializa mi blog, yo hare otro tanto con el tuyo.
Besos, carlos
gracias por subir un extracto del libro. Igual el duende melodia me ronda, el otro día fue tema de conversación entre mis amigos.
Nos leemos
Claudia (ISC) Campos?
Qué alegría!!
Pasa por el barrio
Oye, si Coelho fuera bueno se sabría. Querer pasar por El pequeño Príncipe a cada párrafo es pretencioso y banal, y como el, todos esos que quieren parecer iluminados....Que lateros mas grandes m´jita diría una amiga cuica.
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