Está llegando la primavera, el color azul me envuelve y me hace feliz; no, infinitamente feliz. Escucho buena música, me estoy dando cuenta de quién soy, y como diría mi gran amiga Kany, me gusto a mi misma, y este poema de Neruda es la raja, y sé que hay gente que le da lata leer poesía, sin embargo, los obligo a hacerlo, porque este poema va dedicado a mi persona, que según algunos, harto rara que soy.
Sobre mi mala educación
¿Cuál es el cuál, cuál es el cómo?
¿Quién sabe como conducirse?
¡Qué naturales son los peces!
Nunca parecen inoportunos.
Están en el mar invitados
y se visten correctamente
sin una escama de menos,
condecorados por el agua.
Yo todos los días pongo
no sólo los pies en el plato,
sino los codos, los riñones,
la lira, el alma, la escopeta.
No sé que hacer con las manos
y he pensado venir sin ellas,
¿pero dónde pongo el anillo?
¡Qué pavorosa incertidumbre!
Y luego no conozco a nadie.
No recuerdo sus apellidos.
- Me parece conocer a Ud.
- No es Ud. un contrabandista?
- Y Ud., señora, ¿no es la amante
del alcohólico poeta
que se paseaba sin césar,
sin rumbo fijo por las cornisas?
- Voló porque tenía alas.
- Y Ud. continúa terrestre.
- Me gustaría haberla entregado
como india viuda a un gran brasero,
¿no podríamos quemarla ahora?
¡Resultaría palpitante!
Otra vez en una Embajada
me enamoré de una morena,
no quiso desnudarse allí,
y yo se lo increpé con dureza:
estás loca, estatua silvestre,
¿cómo puedes andar vestida?
Me desterraron duramente
de ésa y de otras reuniones,
si por error me aproximaba
cerraban ventanas y puertas.
Anduve entonces con gitanos
y con prestidigitadores,
con marineros sin buque,
con pescadores sin pescado,
pero todos tenían reglas,
inconcebibles protocolos
y mi educación lamentable
me trajo mala consecuencias.
Por eso no voy y no vengo,
no me visto ni ando desnudo,
eché al pozo los tenedores,
las cucharas y los cuchillos.
Sólo me sonrío a mí solo,
no hago preguntas indiscretas
y cuando vienen a buscarme,
con gran honor, a los banquetes,
mando mi ropa, mis zapatos,
mi camisa con mi sombrero,
pero aun así no se contentan:
iba sin corbata mi traje.
Así para salir de dudas
me decidí a una vida honrada
de la más activa pereza,
purifiqué mis intenciones,
salí a comer conmigo solo
y así me fui quedando mudo.
A veces me saqué a bailar,
pero sin gran entusiasmo,
y me acuesto solo, sin ganas,
por no equivocarme de cuarto.
Adios, porque vengo llegando.
Buenos días, me voy de prisa.
Cuando quieran verme ya saben:
búsquenme donde no estoy
y si les sobra tiempo y boca
pueden hablar con mi retrato.
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11 comentarios:
¿´cómo sentirse libre en una sociedad así???
ta`bueno esto... me gusta¡¡
agradezco sus palabras.. muack¡ cuidate cariños... y nos leemos
Mi querida Marlencita...no te entendí nada. ¿Podrías explicarme lo que quieres decir? Porfarol...
Serginho: muack!
Na' que decir po
Así no mas es la cosa
Don Pablo sabe de estas cosas y punto.
besos
Si neruda es un loco, yo soy un tarado.
en verdad, mucho de lo que leí de Don Pablo no me hagustado, pero eso está bueno ¿en qué libro está? agradecería esa información.
saludos
te sere franco, no conecto mucho con la poesía, pero esto estaba interesante...
gracias por comentarme....mis gatitas son mi vida...ellas me acompañan siempre...y si eso es mas importante que cualquier llamada
Me gusto chomu pero conectate por la cresta!
No lo conocía:
Se agradece querida Frú.
Neruda supo mucho de todo eso.
Es que la cosa de los egos es algo terrible.
Lo único que puedo decir con propiedad y conocimiento de causa es que me siento honrado.
El azul relaja, el azul amplía espacios, el azul es profundidad.
Puro Chile es tu cielo azulado.
gracias por comentarme
mas besos de vuelta
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